Los hilos de caramelo o caramelo hilado son una preparación de pastelería que se utiliza como elemento decorativo. Pero como todo lo que se pone en un plato debe ser comestible, es muy
importante hacerlo bien, formando hilos muy finos que al entrar en contacto con la humedad de la boca, prácticamente se fundan. Hay distintas formas de hacerlo.
El azúcar hilado, también denominado caramelo hilado, se trata de un caramelo que se elabora en forma de hilo, pero siempre pueden surgir algunas dudas, sobre todo en cuanto a la elaboración de este azúcar hilado, cómo formarlo, qué utilidades tiene, si hay distintas formas de hacerlo, etc.
Para definir de forma sencilla qué es el hilo de caramelo, diremos que es una preparación a base de azúcar, agua y glucosa (aunque hay también otras fórmulas), que se calienta hasta alcanzar cierta temperatura, después hay que dejarlo enfriar un poco y con ayuda de una cuchara, una espátula o un batidor de varillas cortado (veras un ejemplo a continuación), se hacen hilos sobre un silpat o papel manteca.
Hay quien hace los hilos utilizando un rodillo de cocina o varios mangos de cucharas de madera, dejando caer sobre ellos (a cierta altura) el caramelo, de este modo se consiguen hilos finos que después, con las manos, se hacen un ovillo o se le da la forma deseada. El caramelo en ese momento ya no quema, pero es muy importante no dejar que se enfríe del todo, porque entonces se endurecería y no se podría moldear.
Estos ovillos o nidos de caramelo se suelen utilizar para decorar postres, uno de los más populares es el Croquembouche, Lo ideal es que queden unos hilos muy finos que al introducirse en la boca prácticamente se fundan, no que se conviertan en un caramelo que haya que masticar, aunque es fácil que en alguna ocasión.
El caramelo hilado se puede estropear fácilmente con la humedad ambiental, por ello, es conveniente darle uso inmediatamente después de hacerlo, o conservarlo en un recipiente cerrado con un absorbente de humedad como el gel de sílice.