Los polvorones nacen como una variación de los mantecados y, en ambos casos, son pequeñas galletas elaboradas tradicionalmente con harina de trigo, manteca de cerdo y azúcar. Pero, ¿en qué se diferencian? ¿Y cuál es su historia? En ciertas regiones de España, los mantecados se consumen durante todo el año, mientras que los polvorones son dulces especialmente navideños.
Aunque ambos se elaboran básicamente con harina de trigo, manteca de cerdo (y en algunas regiones de vaca) y azúcar, los mantecados se desmigajan con menos facilidad que los polvorones porque llevan menos harina.
En cambio, los polvorones incluyen almendra molida en diferentes proporciones entre sus ingredientes y contienen más harina. Esto sumado al horneado fuerte a los que se les somete da a los polvorones su característica textura, que hace que se suelan comercializar envueltos en papel para poderlos aplastar antes de comerlos y evitar así que se demigajen.
Además, hoy día se comercializan polvorones de múltimples sabores, ya sea aromatizados con canela, limón, etc. o con ingredientes añadidos como chocolate, coco, etc.
El origen de los polvorones
El origen de los polvorones se ubica en Andalucía, donde desde el siglo XVI, era habitual el uso de la manteca de cerdo en la repostería, pues entonces los bosques de encina eran más numerosos y se criaban buen número de cerdos.
Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando una mujer, Filomena Micaela Ruiz, quiso que los mantecados que ella elaboraba se pudieran vender en las diferentes poblaciones por las que pasaba su marido, dedicado al transporte. Para ello, Filomena elaboró unos mantecados que secaba mucho más al final de su proceso de elaboración para que se pudieran conservar más frescos, y con ello les dio la característica textura del polvorón.
¿Y cuales son las diferencias entre matecados y polvorones?
En cada Navidad española, las mesas se engalanan con una bandeja rebosante de dulces tradicionales: turrones, mazapanes, roscones y, por supuesto, los inseparables polvorones y mantecados. Aunque muchos los confunden y puede parecer que se trata del mismo dulce con distinto nombre, lo cierto es que existen diferencias fundamentales entre ambos, tanto en su receta como en su textura, forma e historia.
Ingredientes y composición
Ambos comparten una base común: harina de trigo, azúcar y manteca de cerdo. Sin embargo, la clave está en las proporciones y en los ingredientes adicionales.
- El polvorón incorpora mayor cantidad de almendra tostada y molida, además de emplear casi siempre azúcar glas. Esto le da una textura extremadamente seca, que literalmente se deshace en polvo al morderlo.
- El mantecado, en cambio, contiene más manteca de cerdo y menos —o ninguna— almendra, lo que se traduce en una masa más compacta y arenosa, que se desmenuza pero no se pulveriza. En su elaboración se utiliza azúcar granulada.
Textura y horneado
El polvorón se hornea menos tiempo, lo que le otorga un color más pálido y un acabado más frágil. Al comerlo, se rompe en pequeños granos y crea esa sensación polvorienta tan característica, de donde recibe su nombre (por “pólvora” o polvo).
El mantecado, al tener más grasa, presenta una estructura más firme y puede resistir mejor el manipulado. Su cocción es ligeramente más prolongada, generando un sabor más tostado y una consistencia más estable.
Forma y presentación
Otra distinción visible está en su forma:
- Los polvorones suelen ser ovalados y algo más grandes.
- Los mantecados, por lo general, son redondos o cuadrados y más pequeños.
Ambos se envuelven en papeles de seda o celofán, estampados con colores que identifican sus distintos sabores.
Origen e historia
Los mantecados tienen un origen más antiguo, con referencias que se remontan al siglo XVI, especialmente en Andalucía, en zonas como Estepa y Antequera, donde predominaban la producción de trigo y manteca. Podrían tener incluso influencias de la repostería hispanomusulmana.
Los polvorones, en cambio, se consideran una evolución moderna del mantecado, apareciendo entre finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se popularizó el uso de almendra en la masa, otorgando ese acabado ligero y pulverulento.
Variedades y sabores
Ambos dulces admiten numerosas variantes:
- Polvorones de almendra, canela, limón o chocolate.
- Mantecados de coco, vainilla, ajonjolí, canela o vino.
A pesar de la innovación, los clásicos de almendra y canela siguen siendo los más demandados.
Consumo y tradición
Se conservan durante meses si se mantienen en un lugar fresco y seco, lo que los convirtió en un recurso ideal para celebraciones largas. Aunque hoy se disfrutan todo el invierno, su momento estelar sigue siendo la Navidad, como símbolo de hospitalidad y sobremesa familiar.
En definitiva, todo polvorón es un tipo de mantecado, pero no todo mantecado es un polvorón. El primero es más seco y almendrado; el segundo, más graso y compacto. Dos dulces hermanos, distintos en alma, pero unidos en tradición y sabor.
Y ahora a preparar unos tradicionales polvorones!
Receta
Ingredientes
- Manteca, margarina, o manteca de cerdo 125 g
- Azucar 250 g
- Bicarbonato de amonio 20 g
- Huevos 2
- Sal una pizca
- Esencia de vainilla a gusto
- Harina 0000 500 g
Paso a paso
- Blanqueamos la manteca, margarina o manteca de cerdo y el azúcar, los huevos y la esencia de vainilla.
- Luego, agregamos la harina y el bicarbonato de amonio.
- Cuando la masa haya tomado, formamos cilindros de 4 cm de diámetro dándole forma con la ayuda de papel film y llevamos a la heladera hasta que esté compacto el cilindro y se pueda cortar.
- Cortamos rodajas de 2 o 3 cm de espesor.
- Llevamos al horno en una placa enmantecada a 180°C durante 15 minutos.
- Retiramos, dejamos enfriar y servimos.