Aunque por el nombre este plato parece ser uno de los más típicos de Parma, no te dejes engañar. Desde siempre la ciudad de Nápoles y la región Sicilia han estado disputandose su origen.
¿Y quien es el verdadero creador de la Parmigiana di Melanzane (que así es como se llama en Italia)?
Pues parece ser que este plato tiene origen en la isla de Sicilia y que el nombre, “Parmesana”, no viene del queso parmesano utilizado en su elaboración, sino del término siciliano “parmiciana” que indica un tipo de disposición de barras de madera en capas utilizado en la construcción de persianas que recuerda la del milhojas de berenjenas. Más que curioso yo diría raro, ¿verdad? Desde luego si tuviera que inventar la historia sobre el origen del plato sería muuuuy diferente. Alguna historia de amor entre una parmesana hija de buena familia y un napolitano hijo de un verdulero sería un buen inicio para una buena leyenda. Un Romeo y Julieta entre berenjenas.
Ingredientes:
- 2 berenjenas
- 400 g de salsa de tomate casera
- 50 g de parmesano rallado
- 2 bolas de mozzarella fresca de búfala (opcional)
- 2 huevos Medianos
- Sal
- 1 chorrito de Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
- Cortamos las berenjenas limpias con piel en rodajas finas. Las dejamos sobre un escurridor, ligeramente saladas, para que suden y expulsen el amargo. Lavamos las rodajas y secamos.
- Sobre una plancha con un poco de aceite de oliva virgen extra asamos las berenjenas y las colocamos sobre papel absorbente.
- Calentamos el horno a 180º. Aceitamos una fuente de horno
- En la base de la fuente ponemos salsa de tomate, cubrimos con una capa de berenjena, con las rodajas ligeramente solapadas. Sobre ésta ponemos un poco de parmesano, algo de mozzarella y un par de cucharadas de huevo batido.
- Repetimos las capas hasta terminar todos los ingredientes, finalizando con una capa de berenjena cubierta de queso, salsa de tomate y huevo.
- Horneamos durante unos 30 minutos, hasta que la superficie esté ligeramente dorada.
- Servimos acompañada de una ensalada, por ejemplo de rúcula, como en este caso.
Trucos y Consejos:
- Si elaborás la salsa de tomate vos mismo, no cabe duda que el plato ganará mucho en sabor y calidad.
- La mozzarella auténtica de búfala no tiene igual.
- Esta receta es preferible consumirla recién hecha, pero si por tiempo no podes permitírtelo, preparala el día anterior por la noche y calenta las berenjenas a la parmesana en el horno a temperatura baja y cubiertas de papel aluminio, para que el plato no se reseque en exceso.
- También podes dejar el plato armado en la heladera para solo tener que hornearlo, o incluso congelar la bandeja de hornear para otro día, justo para sacarla diractemente a horno.